La expresión
matemáticamente campeón se aplica cuando alguien ha conseguido ganar antos puntos de ventaja en una competición que, aunque no compita más y su principal rival gane todas las pruebas restantes, cuando concluya el campeonato será campeón oficial.
Normalmente es casi imposible que se pierda el campeonato siendo matemáticamente campeón, sin embargo puede producirse alguna descalificación o situación en la que se resten puntos.
Un ejemplo sería el Campeonato de F1 de 1997, en el que
Michael Schumacher fue relegado a la última posición en vez de quedar 2º, a causa de chocar contra
Jacques Villeneuve a propósito.